Cuando se habla de los ochenta, lo primero que viene a la mente de
cualquier argentino que haya vivido esos años, son tres acontecimientos
importantes que, sin duda, marcaron esa década:
la guerra de las islas Malvinas, el regreso de
la democracia y el Mundial de México 86; y
en medio de todo eso, más presente que nunca,
estaba LA TELEVISION, o simplemente la tele, aquella caja cuadrada - hoy rectangular y plana - que Homero
Simpson amaba de manera incondicional y que
con el paso del tiempo fue cobrando cada vez más
importancia y protagonismo en la vida de las
personas.
La del 80 fue la década en la que el
color irrumpió para quedarse y en la que
personalidades como Alberto Olmedo y Susana
Gimenez se convirtieron, a través de los programas ¡No toca botón! y Hola Susana, en verdaderos íconos
populares. También fueron los años de las
grandes series enlatadas que le dieron
popularidad a figuras extranjeras como Mr. T (Brigada A), Gary Coleman (Blanco
y Negro) y David Hasselhoff (El
auto fantástico), entre otros. Por el lado
de los dibujos animados, He-man, Mazinger
Z y Robotech fueron los preferidos de
los chicos de aquélla época.
Por otra parte, el cable, que luego
explotaría en forma masiva en los años
noventa, también hizo su aparición en la
inolvidable década del ochenta. Pero basta de
palabrerío, bienvenidos a este “túnel del
tiempo” que propone Código Retro en el que recordaremos, año por año, lo más
destacado de la televisión argentina de la penúltima
década del siglo XX. Comienza el viaje...
El 1 de mayo es la fecha en que ATC (Argentina Televisora Color), realizó la
primera transmisión a color de la Argentina. Luego, con el paso de
los días, el resto de los canales se sumaron a
esta novedad tecnológica que hacía que todos
quisieran tener el costoso aparato, aunque
claro, no siempre se podía y había que acudir
a la casa de algún vecino o familiar para
disfrutar de la novedad, que en otros países
había llegado varios años antes.
Entre los programas más destacados de
ese año se ubicaron el eterno Polémica en
el bar, El Rafa, Rosa de lejos, Alberto y Susana, Raices II y la
novela Señorita Andrea, con una
adolescente Andrea del Boca. Además, Carozo
y Narizota, junto al Profesor Gabinete (Jorge Paccini), divertían a los chicos
a la hora de la merienda.
Se promulgó la ahora ex Ley de
Radiodifusión. Programas como Operación ja-ja, Calabromas, ¡No toca botón! y Un
departamento de comedia fueron los dueños
del rating de aquella temporada, mientras que Elvira
Romei y Marcelo Marcote hacían con
buena repercusión La tarde de los chicos.
Por el lado de los noticieros, Canal 13 puso en pantalla Buenas noches, Argentina,
con Sergio Villarruel, Daniel Mendoza y Roberto Maidana. Entre las telenovelas,
se destacó Trampa para un soñador.
En el plano internacional, la boda del príncipe Carlos y Lady Di, que en la
Argentina como en todo el mundo se vio en vivo y
en directo, acaparó la atención de buena parte
de la audiencia, que encendió el televisor a
las 6.45 de la mañana, para no perderse
detalles del comienzo de la ceremonia.
Las ambiciones desmedidas de poder del
por entonces poco sobrio presidente de facto, Leopoldo Fortunato Galtieri,
terminaron en una desigual guerra con Inglaterra
por las Islas Malvinas, la cual llevó a que los
noticieros de aquel entonces, que no reflejaban
la realidad de lo que pasaba en las islas ni por
asomo, llegaran a cifras inéditas de rating. Si
hasta el Papa Juan Pablo II vino al país
para convencer al primer mandatario de terminar
con la guerra. Su visita fue seguida por
televisión por millones de personas. La “caja
boba” se hacía cada vez más indispensable.
Por otra parte, Jorge “Cacho”
Fontana y Pinky fueron los
conductores de Las 24 horas por Malvinas,
un especial para recibir donaciones para los
combatientes. La gente y los artistas más
reconocidos del país dijeron “presente”,
pero la enorme cantidad de dinero – algo más
de un
millón y medio de dólares - que se juntó,
inexplicablemente, nunca llegó a destino.
Por ese entonces, Cesar Mascetti, Betty
Elizalde y Silvio Huberman, hacían De
7 a 8 y Realidad 82, con Juan
Carlos Pérez Loizeau y Ramón Andino,
se convertía en el noticiero más visto del país,
con picos de 30 puntos de rating.
En junio, el Mundial de España fue el
primero en verse en colores (en el ‘78, la
transmisión a color fue solo para el exterior)
y Clemente, la creación de Caloi, que ya
era un éxito en la gráfica, apareció por
primera vez en televisión, a través de la
pantalla de Canal 13, con cortos de entre
dos y tres minutos de duración.
Fue el año
en que volvió la democracia. Después de siete
años de dictadura militar, la más aberrante en
la historia del país, la gente volvía a
expresarse a través de las urnas. Los actos de
campañas, por aquel entonces espontáneamente
multitudinarios, eran seguidos con interés por
los televidentes.
El fin de la era militar, que
oficialmente terminó el 10 de diciembre con la
asunción de Raúl Alfonsín a la
presidencia, también trajo cambios en la
pantalla. Ciclos como Situación límite, Compromiso y Nosotros y los miedos,
trataban temas hasta entonces prohibidos, a la
vez que Tiempo Nuevo, con Bernardo
Neustadt y Mariano Grondona, era el
programa político que prefería la audiencia.
Por el
lado del humor, fue el año en que se produjo el
llamado “destape” en los programas cómicos
y Mesa de noticias, por su parte, se
convirtió en uno de los éxitos de la
temporada.
También fue el año en que la televisión
por cable, hasta entonces acotada a pequeñas
localidades, comenzó su proceso de expansión.
El año arrancó en democracia y la
televisión emitió Nunca más, un
especial sobre el, hasta ese entonces, nunca tratado tema de
los desaparecidos. También fue el año del
juicio a las juntas militares, el cual fue
seguido con interés desde la pantalla chica.
Pero en materia estrictamente artística,
el ’84 fue un año de muchas novedades.
Debutaron programas que dejaron una marca en la
televisión, como es el caso de Badía y
compañía, con Juan Alberto Badía y
el debut del todavía desconocido Marcelo
Tinelli; A solas, conducido por Hugo
Guerrero Marthineitz; Las mil y una de
Sapag; Finalísima, con la conducción
del recordado Leonardo Simmons; Buscavidas, protagonizado por Luis Brandoni y Patricio
Contreras; El espejo... con la
conducción de Víctor Hugo Morales; El
deporte y el hombre, de la mano de Pancho
Ibáñez; la telenovela Amo y señor,
con Arnaldo André y Luisa Kuliok y Pelito, con los todavía adolescentes Adrián
Suar y Julián Weich, entre otros.
Por otra parte, Dante Caputo y Ramón
Saadi protagonizaron un enardecido y
recordado debate en TV, con la moderación de
Neustadt, acerca del conflicto por el Canal de
Beagle.
En cuanto a las series extranjeras, Brigada
A se convirtió en uno de los éxitos de la
temporada televisiva. Todos los martes a las
nueve de la noche, por la pantalla de Canal 9,
las aventuras de Mario Barakus (Mr. T)
y del resto de los integrantes del equipo, eran
seguidas por millones de espectadores. Otra
serie que se destacó ese año por el mismo
canal, pero los domingos a la noche, fue la
inolvidable Dallas.
Con el resumen del partido más
importante de la fecha y las jugadas destacadas
del resto de los encuentros, ATC puso en
pantalla, los domingos a la noche, un programa
que con el tiempo se convertiría en una pasión
en sí mismo: Fútbol de Primera, con Enrique
Macaya Marquez y Mauro Viale.
Por
otra parte, en el primer programa del año de ¡No
toca botón!, Alberto Olmedo, rodeado por
Luis Brandoni, Juan Carlos Altavista y Enrique
Pinti, quemó en pantalla el traje de Rucucu,
inolvidable personaje que nació en 1968 cuando
formaba parte del elenco de Operación ja-ja.
De
afuera llegaron División Miami y V
Invasión extraterrestre, que se
convirtieron en los grandes estrenos de ese año.
Otro éxito, pero para los más chiquitos, fue
la versión animada de Heidi, de lunes a
viernes por la tarde.
Fue el año de Diego Armando Maradona,
los canales se cansaron de repetir una y otra
vez el segundo gol a los ingleses. El Mundial de
fútbol que se jugó en México y que el
seleccionado nacional ganó, convirtiéndose por
segunda vez en campeón mundial de ese deporte,
fue el gran acontecimiento del año y uno de los
más importantes de la década.
En otro ámbito, La noticia rebelde,
con Adolfo Castello, Carlos Abrevaya y Jorge Ginzburg a la cabeza, inauguró
una nueva manera de hacer periodismo, con una
mezcla de humor e información, mientras que Lalo
Mir y Mario Pergolini se asomaron a
la pantalla con Rock & Pop Tv, en
tanto que Carlos Parnisari y Rolando
Hangling fueron los responsables de una
nueva versión de Polémica en el fútbol.
En la pantalla de Canal 11, por su parte,
aparecía Héctor Larrea con la primera
versión de Seis para triunfar y El pájaro
canta hasta morir, desde el 9, se convirtió
en la miniserie extranjera de mayor éxito del año,
mientras que Grecia Colmenares hacía
llorar por las tardes con su María de nadie.
Los chicos también tenían mucho para
mirar y se volvían locos con las series
animadas de Mazinger Z y He-man y
soñaban con tener un coche como KITT,
protagonista de la serie El Auto Fantástico,
uno de los grandes éxitos de esos años.
Por el lado del humor, Canal 9 daba pelea en la noche del viernes, hasta ese
momento dominada por Olmedo y su ¡No toca
botón!, por el 11, al poner al aire Monumental
Moria, con Moria Casán.
De la mano del productor Ovidio García,
Susana Giménez llegó a ATC con Hola Susana, con novedosos juegos telefónicos.
El programa no tardó en convertirse en un
verdadero suceso que perduraría hasta el día
de hoy.
Fue el año de la crotoxina, supuesta droga
salvadora contra el cáncer, y Carlos Sorín,
con libros de Alan Pauls, realiza el
documental apócrifo La era del ñandú,
donde se cuenta la historia de la Bio-K2, un
medicamento que alarga la vida y que se extrae
del animal en cuestión.
Canal 9 renovó su pantalla, le
robó al 11 Seis para triunfar y ¡No
toca botón! (en su última temporada, ya
que Olmedo moriría el verano siguiente) y
debutaron Venga y atrévase a soñar, con Berugo Carámbula y Las gatitas y
ratones de Porcel. Por su parte, el 13 creó una verdadera usina de talentos al poner
al aire Clave de Sol, programa juvenil
del que salieron Leonardo Sbaraglia, Cecilia
Dopazo, Julián Weich, Guido
Kaczka y Pablo Rago, entre otros.
También fue el año en que nació otro clásico
de la televisión: La noche del domingo,
con Gerardo Sofovich, quien además hará La noche del sábado, El Contra y El
hijo de Don Mateo, con Emilio Disi,
en el papel que años atrás había ocupado
Porcel.
El vacío tras la muerte de Alberto
Olmedo se hizo sentir, los viernes ya no fueron
lo mismo sin él. En ATC debutó Antonio
Gasalla, en su primera incursión en la
televisión con ciclo propio. Raúl Portal se convirtió en el dueño de la medianoche con Notidormi por la misma pantalla, mientras que el 13 puso a Guillermo Francella al frente de De
carne somos, el primer gran éxito del
actor.
Hector Ricardo García,
nuevo dueño de Canal 2, al que rebautizó
como Teledos, se convirtió en una
amenaza para el liderazgo indiscutido de Alejandro
Romay en el 9, llevándose para su
pantalla a Sofovich y todos sus programas. Además,
dio batalla con El teatro de Dario Vittori, Lucha Fuerte, El groncho y la dama, La década del ’60 (con Pinky) y Gánele
al 2 (un programa ómnibus dominical
conducido por Ethel Rojo y Gino Renni).
Ultimo
año de la fabulosa década del ’80. En julio Carlos Súl
Menem llegó a la presidencia y con él las
privatizaciones de los canales 11 y 13.
Ese año, la telenovela destacada, y el gran éxito
del momento, fue La extraña dama, con Luisa
Kuliok y Jorge Martinez. También
sobresalieron La bonita página y El
perro verde, con Jesús Quinteros.
Fue el año en que Neustadt se separó de
Mariano Grondona, quien por su parte creó Hora
Clave por ATC. Además, continuaban
con éxito Clave de Sol, El Mundo de
Antonio Gasalla y Las Gatitas y Ratones
de Porcel.
Por el lado de los más pequeños, La Ola Verde con la conducción de Flavia Palmiero se destacaba por la pantalla del todavía Canal 11.
Entre los enlatados, Dinastía, en
su noveno y último año, continuaba liderando
las preferencias del público los domingos a la
noche por el canal de Romay, quien en poco
tiempo vería afectado su liderazgo de años con la llegada de Telefe y éxitos como Amigos son los amigos, Videomatch y el retorno de Polémica en el bar, pero
eso ya es tema de otra década, la década de
la pizza con champagne. CR.
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